domingo, 23 de septiembre de 2012

Un “mega” IFAI: ¿Sinónimo de “mega” transparencia?

El Presidente electo Enrique Peña Nieto, anunció el pasado 9 de septiembre la presentación ante el Senado, por impulso de su partido -el PRI- en unión al Verde Ecologista, de una iniciativa de reforma constitucional para fortalecer al Instituto de Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), dotándolo de autonomía y ampliando sus facultades para otorgarle competencia sobre los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, dotando, además, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de un comité garante de transparencia integrado por tres ministros.

De aprobarse, se ampliaría su rango de acción a las entidades federativas, los gobiernos municipales, ya que el IFAI fungiría como órgano de revisión en segunda instancia en asuntos de transparencia de los gobiernos estatales de todo el país y del Distrito Federal y podría atraer casos relevantes; para ello, se incrementaría el número de sus comisionados de los actuales cinco, a siete.

Plantea además, garantizar la autonomía de los institutos de transparencia de los estados, a través de mecanismos en sendas constituciones locales y dotar de facultades al presidente del organismo para que pueda presentar controversias constitucionales en casos de violación a leyes o tratados en materia de acceso a la información.

La propuesta ha sido bien recibida pero, también ha generado opiniones que cuestionan la incongruencia de la exposición de motivos con el contenido de fondo de la reforma, debido a que plantea la necesidad de avanzar hacia la rendición de cuentas y en realidad la iniciativa únicamente abarca mejoras en la transparencia.


En forma precisa, se ha cuestionado la iniciativa en los siguientes puntos:

1.- La forma de designación que se plantea para aumentar el número de comisionados del IFAI, en la cual se otorgan dos oportunidades, en las que, si el Senado no aprueba los nombramientos propuestos por el presidente, éste los designaría directamente, lo que implicaría un riesgo para fraguar imposiciones.

2.- El hecho de ampliar la competencia del IFAI al incluir al poder legislativo como sujeto obligado, podría confrontar su tarea con la de el IFE, por lo que sería necesario realizar un profundo análisis para evitar duplicidades o controversias futuras.

3.- La propuesta no favorece ni garantiza una independencia presupuestal necesaria para evitar acciones de control presupuestal que pudieran limitar la actividad y eficacia del IFAI, como actualmente sucede en  institutos de transparencia estatales.

Jacqueline Peschard, actual comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), saludó públicamente la iniciativa comentada, así como otra más presentada por el PRD, destacando la necesidad de lograr la aprobación de una Ley General de Transparencia que efectivamente, permita en todo el territorio nacional, sin excepción, cumplir con el derecho de todos los mexicanos de ser informados.
Recordó que actualmente hay enormes diferencias en el acceso a la información en los estados, pues ello depende de la voluntad política de los gobernadores, por lo que destacó que una ley general de transparencia permitiría mejorar procedimientos para avanzar en este derecho fundamental de los mexicanos en todo el país, aprovechando la experiencia y confianza acumuladas en 10 años por el IFAI.
A penas hace un par de días, en el marco de la clausura de la Semana Nacional de la Transparencia, aseguró que la iniciativa en materia de transparencia requiere de la voluntad política de todos los actores que influirán en su análisis y aprobación, para evitar simulaciones: "Para cambiar la realidad y superar los obstáculos en la materia es necesaria una Ley general, pero también debe ir acompañada de apoyos presupuestales, de profesionalización y capacitación, pero sobre todo exigir la voluntad política de todos los actores involucrados".
No podemos más que coincidir con la comisionada presidenta del IFAI, en el sentido de que la reforma constitucional, no garantiza por sí misma eficacia, requerirá además voluntad política para la instrumentación de todos aquellos mecanismos institucionales que garanticen su cumplimiento y resultados concretos, cotidianos y oportunos en todo el país, en materia de trasparencia.

Para muestra de la simulación en esta materia, basta observar que actualmente existen a lo largo y ancho del país, leyes e institutos locales llamados de transparencia, de los cuales algunos solo la promueven en sus logotipos.

Tiene razón la doctora Peschard al poner el dedo en la llaga: la simulación, cuya cara visible es la impunidad, es un gran enemigo a vencer en este país, ¿no lo crees?

domingo, 16 de septiembre de 2012

El PRI, entre la espada y la pared por la Reforma Laboral

El presidente Felipe Calderón presentó el pasado 1 de septiembre ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, una iniciativa de reforma laboral bajo el novedoso esquema de iniciativa preferente, por lo que ésta, deberá ser dictaminada y votada en el pleno de dicho órgano legislativo -como cámara de origen- a más tardar el 30 de septiembre, para en caso de ser aprobada o modificada, se turne a la cámara revisora – la de senadores- que contará con un plazo de 30 días para aprobarla, modificarla o rechazarla.

A escasas dos semanas de que los Diputados deban votar la referida iniciativa de reforma laboral, el presidente de la Comisión del Trabajo que dictaminará la iniciativa del Gobierno Federal, Carlos Aceves del Olmo, diputado del PRI que pertenece además a la dirigencia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), expresó que deberá llevar a cabo el análisis de la iniciativa con toda imparcialidad y escuchando las voces de todas las fuerzas políticas, pero pese a ello, adelantó ante medios de comunicación su rechazo como líder sindical, a la propuesta de Calderón, bajo el argumento de que “se opondrá a todo lo que lesione a los trabajadores”.

Otros Diputados que han sido críticos de la propuesta del presidente Calderón, son Martí Batres del PRD quien la calificó de “antilaboral”, Tomás Torres del PVEM, Luisa María Alcalde del Movimiento Ciudadano, Angelino Caamal de Nueva Alianza, Patricio Flores del PRI, quien funge además como Secretario de Comunicación Social de la CTM y secretario general del Sindicato Industrial de Trabajadores y Artistas de Televisión y Radio (SITATYR). Además han surgido otras voces en contra de aspectos específicos de la propuesta de reforma, siendo uno de los que ha generado mayor debate público, el relativo a la vida interna de los sindicatos.

Los grandes sindicatos, públicamente han repudiado el tema de democracia interna contenida en la iniciativa, y que permitiría el voto libre, directo y secreto en la elección de sus dirigencias, así como la transparencia y rendición de cuentas en el manejo de sus finanzas, del patrimonio sindical y especialmente del destino de sus ingresos percibidos por cuotas sindicales.

 No obstante ello, todo indica que la iniciativa del presidente Calderón es congruente con los criterios definidos por la Organización Internacional del Trabajo en materia de democracia sindical, en el sentido de que el hecho de que la autoridad establezca por vía legal el voto directo, secreto y universal para elegir a los dirigentes sindicales no plantea problemas.

 A la iniciativa de reforma laboral, adicionalmente le espera – de llegar a la Cámara de Senadores- lidiar con la resistencia de los senadores priístas, Carlos Romero Deschamps, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Armando Neyra Chávez, secretario de finanzas de la CTM, Isaías González Cuevas, secretario general de la CROC y de la senadora del PANAL, Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo, entre otros legisladores.

Por su parte, el PRD está impulsando su propia iniciativa de reforma laboral en oposición a la del gobierno federal. Es claro que la del PAN, será la única bancada que estará dispuesta a aprobar en los términos planteados, la iniciativa presidencial; apoyo que parece no será suficiente.

Los pronósticos más prometedores, apuntan a su modificación para eliminar los temas rechazados por las grandes organizaciones sindicales y gremiales.

¿Cuál será la postura pública que asumirá el Presidente Electo, Enrique Peña Nieto, en caso de abortarse la iniciativa o de aprobarse una reforma laboral “light” por oposición de buena parte de legisladores del PRI y por presiones de organizaciones sindicales ligadas principalmente a su partido?

 Habría que recordarle que su actual coordinador general para la Transición Gubernamental, Luis Videgaray Caso, que hace un par de meses expresó ante medios de comunicación, que la prioridad del próximo gobierno sería acelerar las reformas estructurales, especialmente, las modificaciones legales en materia energética, laboral y hacendaria con la finalidad detonar un mayor crecimiento económico en México.

 Tuvo el cuidado de aclarar que al tener un Congreso sin mayoría priísta, su partido tendría que generar condiciones para trabajar de manera conjunta con la oposición, y lograr acuerdos.

 ¿Cómo explicará Enrique Peña Nieto, la oposición de legisladores de su propio partido a la reforma laboral que sería “prioridad” de su gobierno?

¿Cómo generará consensos con la oposición en el Congreso, si no lo logra al interior de la bancada de su partido?

 El PRI estará entre la espada y la pared, ¿no lo crees?